Motores Stirling para obtener energías renovables
La tecnología Stirling es muy poco conocida en comparación con la energía obtenida a partir de paneles fotovoltaicos o molinos eólicos. La principal ventaja es que no es necesario quemar ningún combustible, como ocurre en las centrales termoeléctricas convencionales. Endesa ha aprobado un proyecto para conocer más a fondo esta tecnología.
El ciclo o tecnología Stirling se basa en un motor stirling fundamentado en la termodinámica. Gracias a un foco frío y uno caliente, el gas en el interior del motor se expande y se contrae realizando un trabajo y generando electricidad, es decir, tratándose de un motor térmico. En este caso, para producir energía limpia, el aporte de energía para el foto caliente proviene de una serie de grandes discos parabólicos que, orientados hacia un punto, reflejan la energía del sol.
De este modo, la energía mecánica creada de la expansión y contracción en el interior del motor Stirling se convierte gracias a un alternador, en energía verde.
Este proceso tiene un par de ventajas significativas respecto a otras ya conocidas. A nivel ambiental consume menos agua que otros sistemas y a nivel económico y de ingeniería, sus rendimientos teóricos son mayores que otros métodos.
De ahí que, con un presupuesto de 1,7 millones de euros, Endesa pretenda profundizar en la viabilidad y las posibilidades de este sistema de generación de energía renovable.
Se trata, básicamente, de saber si la tecnología de disco Stirling es mejor que otras que se encuentran más avanzadas, como las de Torre, Fresnel o Cilindro Parabólica. Solardis, como se llama el proyecto construirá una central de demostración en Sevilla, junto a la instalación que tiene la empresa española en Guillena, para validar la tecnología a nivel comercial.
El proyecto está financiado por el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y cuenta con la participación de otras empresas, como Alener y Tadarsa.