Francia y Holanda están promoviendo la construcción de carreteras solares, para la generación de energía limpia.
Holanda construyó la primera carretera solar, un carril bici, en 2014. Francia anunció en enero, que durante los próximos cinco años, prevé instalar 1.000 kilómetros de carreteras solares diseñadas para suministrar energía a cinco millones de personas. Las carreteras que generan energía renovable son parte de una nueva tendencia global.
En Holanda están implementando un sistema de recolección de energía limpia con un modelo de vías pavimentado con paneles solares con recubrimiento de vidrio. Pasados seis meses de prueba, los ingenieros reportan un desempeño mejor de lo esperado: 70 metros de carril bici están generando 3000 kWh, suficiente energía para alimentar una pequeña vivienda durante un año. “Si trasladamos la prueba a un ejercicio anual podríamos esperar más de 70Wh generados por metro cuadrado al año”.
Un inmenso potencial si todas las carreteras fuesen paneles solares.
Los 5 millones de hogares que podrían recibir energía gracias a esa carretera solar son desde luego una cifra asombrosa y hace pensar de nuevo que este tipo de proyectos merecen el apoyo masivo que han tenido campañas como la del matrimonio formado por Scott y Julie Brusaw que logró recaudar 2,27 millones de dólares. Scott Brusaw soñaba con las carreteras solares desde que jugaba al Scalextric de niño, pero la tecnología y los costes se interponían en su camino.
Su punto de partida fue el cálculo que el experto en energía solar Nate Lewis lanzó hace tiempo: bastaría con instalar convertidores solares en el 1,7% del territorio nacional para satisfacer nuestra demanda energética. Esa misma proporción es la que cubre hoy por hoy la superficie asfaltada en EEUU, calentada a diario por el sol, esperando a que encontremos la manera de recoger la cosecha energética.
El proyecto sería realizado por la empresa Colas, que haría uso de los paneles Wattway, unas placas de 7 mm de grosor que se sitúan sobre el pavimento y que recolectan la energía solar a través de una fina película de silicio policristalino, capas intercaladas de vidrio, caucho de silicona y cemento.
Según los responsables de la empresa esta capa proporciona suficiente resistencia para el paso de vehículos pesados además de la tracción necesaria para que los coches no patinen. Royal ha indicado que el coste del proyecto se cubriría mediante incrementos en los impuestos a las gasolinas, algo que sería lógico dado que el precio de los carburantes se ha reducido en los últimos meses.
En España y países del mediterráneo el rendimiento sería fabuloso. España se ha apuntado a esta nueva tendencia. OTEM2000 y la Universidad de las Islas Baleares (UIB) ha puesto en marcha la instalación de un primer tramo piloto de carril bici solar que se está llevando a cabo en el campus universitario, dentro del Proyecto SmartUIB. Dicha actuación se realiza con cofinanciación del PO FEDER 2014-2020 de las Islas Baleares y del Govern Balear.